Raul López García, (RALOGA) artista plástico mexicano nacido en la ciudad de Villaflores, Chiapas; el 20 de enero de 1979, radica en Tuxtla Gutiérrez desde los dos años de edad. Egresado de la universidad de ciencias y artes de Chiapas (UNICACH), cuenta con una serie de cursos y diplomados impartidos por el instituto nacional de bellas artes (INBA) y la Universidad autónoma de México (UNAM). Ha sido fundador y socio de la asociación cultural Édouard Manet, fundador de la galería taller “taller arte y galería” fue ganador del proyecto “talleres de formación artística para jóvenes” otorgado por SEDESOL en 2005, ha sido jurado en concursos de artes visuales desde el año 2000 a la fecha en concursos estatales y en el sur de la republica una de las mas importantes fue en la bienal “Joaquín Clausel” en campeche.
Desde 1998 cuenta con una serie de importantes exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera de su natal país como España y Suecia.
Es un artista multidisciplinario domina la figuración y la abstracción al mismo tiempo, así como el modelado y la escultura, ha creado y participado en murales en construcciones publicas y privadas en Tuxtla Gutiérrez y Villaflores, Chiapas. Su obra actualmente forma parte del acervo de diferentes personalidades en Chiapas y cd de México.
Su deseo por transmitir el arte y su espíritu emprendedor lo llevo a fundar el “ESTUDIO RALOGA” que desde hace 10 años es un espacio que se dedica a sensibilizar a la ciudadanía y acercarlos al arte.
Retratos
Exposición personal de Raúl López García
‘La imagen es un acto y no una cosa, la imagen es conciencia de algo’. Esta prédica de Jean Paul Sartre en su libro La imaginación me hace pensar en la obra del artista Raúl López García; las pinturas que conforman su exposición ‘Retratos’ se nos descubren como un acto de cosificación de la imagen. El gesto de pintar, acontece para López García como un poner en On nuestra toma de conciencia para con la materia que nos rodea, pero sobre todo, con la inversión de sus sentidos, que suelen ser los nuestros. El retrato, ese género de las artes visuales, resulta en esta exposición una epifanía de la cotidianidad, desplazándose de la pintura como gesto –color, figuración y trazos– a la pintura como medio –lienzo, pelos y restos de huesos. No se trata de que en lo matérico donde tenga lugar la inserción de los restos del día a día personal; antes bien, se trata de que sean estos, es decir la experiencia personal y todo lo que conlleva, lo que de conciencia a la materia.
Henry Eric Hernández, Tuxtla, enero de 2020
